miércoles, 11 de mayo de 2011

El proceso informativo del deporte

En este cuarto capítulo, Antonio Alcoba se sumerge en el mundo de los medios de comunicación relacionados con el deporte. Aclara que ya desde que aquel hombre lanzara la primera piedra, el espectador de tal hecho sintió la necesidad de contárselo al resto. Nace así el primer acto de comunicación deportiva. Si al principio dicho ejercicio comunicativo lo realizaban los espectadores, luego fueron los poetas y escritores los encargados de seguir con la tradición hasta dar cabida en los periódicos y en los medios audiovisuales de los hechos deportivos. Tal es así, que el periodismo deportivo es el género específico del periodismo más requerido y los periodistas deportivos son los más seguidos por millones de personas que leen y escuchan sus comentarios.

Debido a su gran magnitud, el deporte está estructurado en diferentes categorías. En cuanto al área geográfica donde se produce el acto deportivo, éste se divide en local, regional, nacional o internacional. En cuanto a los medios de difusión, el deporte se emitirá por prensa, radio, televisión o internet. A su vez, el acto deportivo en sí mismo puede ser considerado como una práctica de ocio, de espectáculo o autóctono y está delimitado según la ideología, la educación, la industria y el comercio. De acuerdo a esta clasificación, la labor del periodista será diferente en uno u otro caso. Así, Alcoba nos pone el ejemplo de la labor de un periodista en el ámbito local. Si bien es cierto que podrá acceder de forma más fácil a las fuentes pues tendrá una relación más cercana con los jugadores y directivos, también lo es que son considerados personas importante para la población y que esto les puede complicar su labor periodística en el momento en el que sus comentarios sean discordantes con los de los aficionados, deportistas o dirigentes.

Otro tema fundamental que se recoge en este capítulo son las fuentes de las que puede beber el periodista deportivo. Y las divide en primarias y secundarias. En las primarias se encuentran el deportista, los directivos, las federaciones, los empleados, el técnico, el club, los organismos y entidades deportivas. Y en las secundarias encontramos a las fuentes comerciales, publicitarias y a los estamentos políticos. La más importante de todas ellas es el deportista, a quien Alcoba dice que debemos cuidar y mimar, debemos fraguar una amistad con él para que luego, cuando lo necesitemos, nos de la información oportuna. Además asegura que "si no hemos obtenido la amistad de un deportista desde sus comienzos, será difícil obtenerla cuando ya es figura".

Pero a veces el periodista también es fuente de información, bien porque haya acudido a un determinado acto deportivo, bien porque sea un enviado especial o un corresponsal o bien porque sea un free lance. De cualquier forma, la visión del periodista puede ser la principal fuente de un medio y ante esto el medio debe tener cuidado, ver más allá de los meros intereses personales o económicos que pueda subyacer en la información y seleccionar lo realmente importante. Además, las agencias de prensa y los mismos medios de comunicación son proveedores de información constante para otros medios.

Alcoba también nos recuerda que los medios para conseguir información deportiva son similares a los de cualquier otro tipo de información: mediante ruedas de prensa, entrevistas, documentación. Ahora bien, nos advierte de que en el mundo deportivo, tanto los políticos como las empresas privadas tienen mucho intereses económicos por lo que, en numerosas ocasiones, no se puede publicar lo que uno quiere. Para poder saltarnos esta especie de censura, el autor nos empuja a aprender a leer y escribir entre líneas, de forma implícita pero dejando entrever lo que realmente queremos contar. Además asegura que el rumor es una fuente que en el mundo deportivo hay que tener en cuenta, pero siempre con cuidado, sabiendo usarlo para nuestro propio beneficio, bien para que el implicado nos lo confirme o nos lo desmienta.

Concretamente en este capítulo discrepo en alguna cosas con Alcoba, pues da la impresión de que el autor nos insta a aprovecharnos de la relación con los demás para poder sacar información, que no instruye en utilizar a las fuentes como meros objetos que nos sean útiles sin que nos importe la relación real que podamos mantener con ellas. Me parece un poco injusto este punto de vista, pues creo que no podemos tratar a las personas como simples fuentes.

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